Imagen de una señora con su bebé en brazos en el pueblo de Haría. El autor de la imagen, Javier Reyes Acuña (Haría, 1926) trabajó como fotógrafo profesional de 1943 a 1972, con un modesto estudio en el norte de la isla.
Fotografía de un joven del pueblo de Máguez. Una parte muy importante de la obra del fotógrafo Javier Reyes Acuña consiste en retratos, que bien realizaba en su modesto estudio de Haría o en bien en los pueblos del norte de Lanzarote.
Vistas de La Geria, comarca dominada por el singular cultivo de parras en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya, y protegidas por muros de piedra semicirculares. Se trata de uno de los paisajes agrarios más singulares del planeta. Al fondo vemos montaña Diama.
Imagen panorámica de una casa de campo en Lanzarote, sobre un mar de lava. La casa tiene algunos de los elementos típicos del estilo arquitectónico tradicional, como son las chimeneas de influencia árabe y portuguesa.
Foto de las Salinas de El Río, también llamadas de Gusa, en la costa de Lanzarote, frente la isla de La Graciosa, Estas salinas están consideradas como las más antiguas de las Islas Canarias. En el extenso saladar donde se encuentran, anegado periódicamente por las mareas vivas, se recogía sal desde antes del siglo XV. En opinión de Antonio M. Macías, estas salinas fueron acondicionadas por vez primera en tiempos de Sancho de Herrera (1422-1534), primer señor de Lanzarote.
Son salinas antiguas de barro y ocupan una gran superficie. Su estratégica localización permite captar el agua mediante tres tomaderos que alimentan a su vez a cuatro grandes cocederos. Fueron construidas aprovechando el barro de la lagunilla aluvial existente. Su trazado posee un especial interés paisajístico y se adapta perfectamente a la orografía del terreno. Los cocederos y la cabecera de la trama de pocetas adoptan una curiosa forma orgánica, para regularizar finalmente su trazado en retícula. Esta fusión de formas le confiere uno de sus encantos más particulares. El plano de las pocetas se encaja en el terreno bajo la pleamar, donde se puede observar que parte de ellas están dotadas de muros cortavientos.
Disponen de un gran salón de la sal con cubiertas de dejar a dos aguas, construido por la antigua compañía de Pesquerías Canario-Africanas. Tras su almacenaje, la sal era transportada por mar hasta el vecino pueblo de La Caleta de Sebo.
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