Foto de la reválida del alumno José Domingo Pérez Núñez, quien a lo largo de su vida compaginaría su trabajo como maestro con el desempeño de varios cargos políticos, tanto en el ayuntamiento de su pueblo natal, Haría, como en el Cabildo de Lanzarote, donde ocupó las consejerías de Agricultura, Obras Públicas, Economía y Hacienda y Cultura y Deportes, entre otras.
Anastasio Barreto Morín en los bailes de Haría. Una parte destacada de la colección de Javier Reyes pertenece a imágenes de fiestas en los pueblos del norte de Lanzarote. En esos bailes, Reyes sacaba fotografías a los asistentes que luego vendía en su modesto estudio del pueblo de Haría.
Tunera con tunos en la zona de Guatiza. En las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno al cultivo de la tunera durante el siglo XIX, ya que a la tunera se adhiere la cochinilla, un parásito del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX la cochinilla fue uno de los principales motores económicos de Lanzarote.
Fotografía de una joven del pueblo de Haría. Una parte muy importante de la obra del fotógrafo Javier Reyes Acuña consiste en retratos, que bien realizaba en su modesto estudio de Haría o en bien en los pueblos del norte de Lanzarote.
Imagen de unas niñas del pueblo de Ye. Una parte muy importante de la obra del fotógrafo Javier Reyes Acuña consiste en retratos, que bien realizaba en su modesto estudio de Haría o en bien en los pueblos del norte de Lanzarote.
Javier Reyes (Haría, 1926) trabajó como fotógrafo profesional de 1943 a 1972 en un modesto estudio ubicado en su casa familiar en Haría. Durante años, Reyes fue el único fotógrafo de la zona norte de la isla.
Pareja de jóvenes en la pista de baile en el C.C.A. de Haría. Una parte destacada de la colección de Javier Reyes pertenece a imágenes de fiestas en los pueblos del norte de Lanzarote. En esos bailes, Reyes sacaba fotografías a los asistentes que luego vendía en su modesto estudio del pueblo de Haría.
Campesina, con la típica sombrera para protegerse del sol, recogiendo cochinilla en una plantación de tuneras en la zona de Guatiza. La cochinilla es un parásito, propio de la tunera, del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX fue uno de los principales motores económicos del Lanzarote decimonónico y, por ello, en las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno a su explotación.
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