Campos de lava de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Río de lava de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Cráteres y campos de lava de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Hornitos y otras estructuras geológicas de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Géiser y restaurante de Las Montañas del Fuego, uno de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. El edificio, denominado "El Diablo", fue diseñado por César Manrique a modo de mirador en el Islote de Hilario, la zona donde se alcanzan las más altas temperaturas del entorno (400º C a tan solo 6 metros de profundidad). Fue inaugurado en 1970, un año antes de ser tomada esta fotografía.
Géiser y restaurante de Las Montañas del Fuego, uno de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. El edificio, denominado "El Diablo", fue diseñado por César Manrique a modo de mirador en el Islote de Hilario, la zona donde se alcanzan las más altas temperaturas del entorno (400º C a tan solo 6 metros de profundidad). Fue inaugurado en 1970, un año antes de ser tomada esta fotografía.
Géiser y restaurante de Las Montañas del Fuego, uno de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. El edificio, denominado "El Diablo", fue diseñado por César Manrique a modo de mirador en el Islote de Hilario, la zona donde se alcanzan las más altas temperaturas del entorno (400º C a tan solo 6 metros de profundidad). Fue inaugurado en 1970, un año antes de ser tomada esta fotografía.
Conjunto de seis camellos trillando en una era, posiblemente en el pueblo de Uga. Esta típica estampa del pasado agrícola lanzaroteño fue tomada por Luis Diego Cuscoy, destacado arqueólogo y antropólogo canario, durante su estancia en la isla para excavar en el yacimieno aborigen de Famara.
Pareja posando en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Teguise. Esta puerta procedía del antiguo convento de Santo Domingo, y fue instalada en la iglesia parroquial tras el voraz incendio sufrido en 1909. Al fondo de la imagen puede verse la cilla de diezmos y primicias, reconvertida en sede de sucursal bancaria en 1986.
Burro descansando en el exterior de la Casa Torres, una de las más destacadas viviendas del Teguise del siglo XVIII, ubicada en la calle La Higuera.
Imagen de la calle Las Flores en el cruce con la calle José Betancort, en la Villa de Teguise. En segundo término podemos ver la señorial chimenea de la Casa Castillo, que tanto inspiró a César Manrique.
Pareja retratada en La Geria, el singular territorio vinícola de Lanzarote, producto del ingenio del campesino insular al aprovechar agrícolamente el rofe expulsado durante las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII.
Vistas al pueblo y valle de Haría, con su característico palmeral y cultivos en terraza. Al fondo podemos ver el volcán de La Corona y, más a la derecha, la montaña de la Atalaya. La imagen está tomada desde las cuestas de Malpaso.
Imagen parcial de la zona central de la isla de La Graciosa, vista desde el Risco de Famara, aproximadamente desde el lugar donde hoy se encuentra el Mirador del Río. En primer término podemos ver las Salinas del Río, las más antiguas de Canarias.
Imagen del singular paisaje vinícola de Lanzarote, producto del ingenio del campesino insular al aprovechar agrícolamente el rofe expulsado durante las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII.
Pareja sacando una foto en La Geria, el singular paisaje vinícola de Lanzarote, producto del ingenio del campesino insular al aprovechar agrícolamente el rofe expulsado durante las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII. La montaña que aparece en la imagen es Diama.
Vista parcial de la zona sur de la isla de La Graciosa, con Montaña Amarilla como elevación destacada. La imagen fue tomada desde el Risco de Famara, aproximadamente desde el lugar donde hoy se encuentra el Mirador del Río, por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más importantes de Canarias.
Vista parcial de la isla de La Graciosa desde el Risco de Famara, tomada aproximadamente desde el lugar donde hoy se encuentra el Mirador del Río. Pueden apreciarse en primer término las Salinas del Río, las más antiguas de Canarias y, al fondo de la imagen, el islote de Montaña Clara en el centro y, a la derecha del todo, como una silueta borrosa, un fragmento de Alegranza.
Imagen parcial de la zona centro-sur de la isla de La Graciosa, vista desde el Risco de Famara, aproximadamente desde el lugar donde hoy se encuentra el Mirador del Río. En primer término podemos ver las Salinas del Río, las más antiguas de Canarias.
Vista parcial de la isla de La Graciosa desde el Risco de Famara, tomada aproximadamente en el lugar donde hoy se encuentra el Mirador del Río. Pueden apreciarse las casas del pueblo de Caleta del Sebo, uno de los dos núcleos poblacionales de la isla.
Detalle de estructuras líticas encontradas en el yacimiento del Malpaís de La Corona, posiblemente en el entorno de la Quesera de Bravo, muy cerca de donde actualmente se encuentran Los Jameos del Agua. La imagen fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los más destacados arqueólogos y antropólogos de Canarias.
Detalle de estructuras líticas encontradas en el yacimiento del Malpaís de La Corona, posiblemente en el entorno de la Quesera de Bravo, muy cerca de donde actualmente se encuentran Los Jameos del Agua. La imagen fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los más destacados arqueólogos y antropólogos de Canarias.
Detalle de estructuras líticas encontradas en el yacimiento del Malpaís de La Corona, posiblemente en el entorno de la Quesera de Bravo, muy cerca de donde actualmente se encuentran Los Jameos del Agua. La imagen fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los más destacados arqueólogos y antropólogos de Canarias.
Estructura habitacional existente en el Malpaís de La Corona, posiblemente una cueva natural acondicionada con muros exteriores como refugio durante las actividades pastoriles, o incluso como vivienda para ocupación temporal. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los más destacados arqueólogos y antropólogos de Canarias.
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