Fotografía de paisaje de los pueblos de Haría y Máguez. La imagen es de Javier Reyes Acuña (Haría, 1926), fotógrafo de la zona norte de la isla que estuvo trabajando como profesional desde 1943 a 1972 aproximadamente.
Imagen del molino de las Salinas en Punta Mujeres. Se puede observar a un hombre en los largueros de la torre. La obra del fotógrafo Javier Reyes, afincado en el pueblo de Haría, destaca por su retrato del mundo rural y marinero de Lanzarote.
Finca y cortijo de Testeina, situado a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Este antiguo inmueble fue recientemente adquirido por la empresa Bodegas Vega de Yuco, acometiendo su rehabilitación. En los alrededores se encontraba la aldea de Testeina, sepultada por las lavas de la erupción de Timanfaya del siglo XVIII. Las montañas que aparecen son Montaña Negra (izquierda) y Colorada (derecha).
Finca y cortijo de Testeina, situado a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Este antiguo inmueble fue recientemente adquirido por la empresa Bodegas Vega de Yuco, acometiendo su rehabilitación. En los alrededores se encontraba la aldea de Testeina, sepultada por las lavas de la erupción de Timanfaya del siglo XVIII. Las montañas que aparecen son Montaña Negra (izquierda) y Colorada (derecha).
Finca y cortijo de Testeina, situado a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Este antiguo inmueble fue recientemente adquirido por la empresa Bodegas Vega de Yuco, acometiendo su rehabilitación. En los alrededores se encontraba la aldea de Testeina, sepultada por las lavas de la erupción de Timanfaya del siglo XVIII. Las montañas que aparecen son Montaña Negra (izquierda) y Colorada (derecha). En primer término podemos ver un aljibe con su brocal.
Vista parcial de la Finca y cortijo de Testeina, situado a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Este antiguo inmueble fue recientemente adquirido por la empresa Bodegas Vega de Yuco, acometiendo su rehabilitación. En los alrededores se encontraba la aldea de Testeina, sepultada por las lavas de la erupción de Timanfaya del siglo XVIII. En primer término podemos ver el tradicional sistema de cultivo de parras y otros frutales en hoyos en el rofe, protegidos por socos de piedra.
Vista de la caldera de Montaña Testeina, ubicada a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Se trata de un volcán antiguo que fue cubierto por las cenizas de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII, aprovechándose su terreno para cultivar parras y otros frutales en el singular sistema de hoyos protegidos por socos de piedra. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Frutal en flor (almedro o duraznero, posiblemente) en los alrededores de la montaña Testeina, a las afueras de Masdache, en dirección a La Geria. En las cercanías se encontraba la aldea homónima, sepultada por las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII. Sobre el nuevo terreno cubierto de rofe se plantaron parras y otros frutales con el singular sistema de cultivo en hoyos, protegidos por socos o muros de piedra semicirculares. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Imagen de una fisura en una colada volcánica cerca de montaña Testeina, a las afueras de Masdache, en dirección a La Geria. En los alrededores se encontraba la aldea homónima, sepultada por las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental y de reportajes de su época.
Vista parcial de la montaña conocida como Peña Palomas, a la entrada norte de La Geria. Podemos observar el singular sistema de cultivo de parras en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII, y protegidos del viento por socos de piedra. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Vista parcial del Valle de La Geria con su singular sistema de cultivo de parras y otros frutales en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII, y protegidos del viento por socos de piedra. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en fotografías de reportajes para libros y revistas sobre España, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968.
Vista parcial del Valle de La Geria con su singular sistema de cultivo de parras y otros frutales en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII. La montaña que aparece en primer término es El Chupadero y, tras ella, las Montañas del Fuego. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en fotografías de reportajes para libros y revistas sobre España, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968.
Campesinos cortando papas para proceder a plantarlas en un arenado en la zona de las Maretejas o Los Polvillos, en lo alto del Risco de Famara, en las proximidades de donde hoy se encuentra el Mirador del Río. Al fondo puede verse el pueblo de Ye y el volcán de La Corona. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en reportajes para libros y revistas, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968. En estas imágenes no solo plasma paisajes singulares, sino que también hay un gran interés por mostrar el duro trabajo de las gentes del campo y del mar.
Campesinos cortando papas para proceder a plantarlas en un arenado en la zona de las Maretejas o Los Polvillos, en lo alto del Risco de Famara, en las proximidades de donde hoy se encuentra el Mirador del Río. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en reportajes para libros y revistas, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968. En estas imágenes no solo plasma paisajes singulares, sino que también hay un gran interés por mostrar el duro trabajo de las gentes del campo y del mar.
Tuneras y frutales protegidos por socos de piedra en la Vega Grande de Ye, muy próximos al volcán de La Corona. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en reportajes para libros y revistas, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968. En estas imágenes no solo plasma paisajes singulares, sino que también hay un gran interés por mostrar el duro trabajo de las gentes del campo y del mar.
Campesina cargando una cesto de pírgano en la calle La Cruz, en Haría. Tras ella, una típica vivienda popular de Lanzarote, realizada en piedra, barro y cal, y de sencillas formas cúbicas con techo plano y canales para dirigir el agua hacia el aljibe. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Campesina posando junto a una cesto de pírgano en la calle La Cruz, en Haría. Tras ella, una típica vivienda popular de Lanzarote, realizada en piedra, barro y cal, y de sencillas formas cúbicas con techo plano y canales para dirigir el agua hacia el aljibe. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Campesina posando junto a una cesto de pírgano en la calle La Cruz, en Haría. Tras ella, entre las palmeras, podemos ver el campanario de la antigua Iglesia de la Encarnación, derribada en 1964 tras quedar muy deteriorada por un temporal y reconstruida en 1966. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Típica vivienda popular de Lanzarote, realizada en piedra, barro y cal, y de sencillas formas cúbicas con techo plano y canales para dirigir el agua hacia el aljibe. La casa se encuentra en Haría, en la calle La Cruz, y fue fotografiada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Imagen parcial del pueblo de Yaiza en la década de 1960. Podemos apreciar elementos agrarios hoy casi desaparecidos, como los pajeros, y numerosos ejemplos de arquitectura tradicional popular, como la vivienda que aparece en el centro de la fotografía, la cual fue rehabilitada por César Manrique para albergar el restaurante La Era. A la derecha vemos el Lomo del Cura y, a su izquierda, el cementerio de Yaiza. Al fondo, entre las montañas, se abre el valle de La Degollada.
Vistas del pueblo de Yaiza en la década de 1960. Podemos ver numerosos ejemplos de arquitectura tradicional popular, como la vivienda que aparece en el centro de la fotografía, la cual fue rehabilitada por César Manrique para albergar el restaurante La Era. Tras ella observamos el Lomo del Cura y, a su izquierda, el cementerio de Yaiza. Al fondo, entre las montañas, se abre el valle de La Degollada.
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