Panorámica de la isla de La Graciosa desde lo alto del Risco de Famara. En la misma se puede apreciar la localidad de Caleta del Sebo, con la Montaña del Mojón detrás, y las playas de El Salao y La Francesa a la izquierda. Al fondo, Montaña Amarilla..
Atardecer en la marina de Arrecife tomada desde el puente paralelo al Puente de Las Bolas, que conecta la ciudad con el Castillo de San Gabriel y el llamado "Muelle comercial". Se aprecian el perfil de varios barcos en primer plano y al fondo la silueta del Islote de la Fermina y la barra de El Reducto.
Atardecer en la marina de Arrecife tomada desde el puente paralelo al Puente de Las Bolas, que conecta la ciudad con el Castillo de San Gabriel y el llamado "Muelle comercial". Se aprecian el perfil de barcos en primer plano y al fondo, a la izquierda la silueta del Islote de la Fermina y la barra de El Reducto y la derecha el antiguo Parador de Turismo de Arrecife.
Atardecer en la marina de Arrecife tomada desde el puente paralelo al Puente de Las Bolas, que conecta la ciudad con el Castillo de San Gabriel y el llamado "Muelle comercial". Se aprecian el perfil de barcos en primer plano y al fondo, a la izquierda la silueta del Islote de la Fermina y la barra de El Reducto y la derecha el antiguo Parador de Turismo de Arrecife.
Panorámica con la Ermita de San Rafael, en Teguise, al fondo. La foto está tomada desde la carretera de tierra que une La Villa de Teguise con La Caleta de Famara. A la izquierda de la imagen se aprecia uno de los hornos de cal de la zona, y a un agricultor trabajando en la tierra.
Una pareja de mujeres en burro. La foto podría ser en lo alto de camino viejo que une La Villa de Teguise con La Caleta de Famara. El volcán que se ve al fondo a la zquierda sería Montaña Bermeja, en La Santa, y el de la derecha el perfil de la Caldera de El Cuchillo.
Foto de las Salinas de El Río, también llamadas de Gusa, en la costa de Lanzarote, frente la isla de La Graciosa, Estas salinas están consideradas como las más antiguas de las Islas Canarias. En el extenso saladar donde se encuentran, anegado periódicamente por las mareas vivas, se recogía sal desde antes del siglo XV. En opinión de Antonio M. Macías, estas salinas fueron acondicionadas por vez primera en tiempos de Sancho de Herrera (1422-1534), primer señor de Lanzarote.
Son salinas antiguas de barro y ocupan una gran superficie. Su estratégica localización permite captar el agua mediante tres tomaderos que alimentan a su vez a cuatro grandes cocederos. Fueron construidas aprovechando el barro de la lagunilla aluvial existente. Su trazado posee un especial interés paisajístico y se adapta perfectamente a la orografía del terreno. Los cocederos y la cabecera de la trama de pocetas adoptan una curiosa forma orgánica, para regularizar finalmente su trazado en retícula. Esta fusión de formas le confiere uno de sus encantos más particulares. El plano de las pocetas se encaja en el terreno bajo la pleamar, donde se puede observar que parte de ellas están dotadas de muros cortavientos.
Disponen de un gran salón de la sal con cubiertas de dejar a dos aguas, construido por la antigua compañía de Pesquerías Canario-Africanas. Tras su almacenaje, la sal era transportada por mar hasta el vecino pueblo de La Caleta de Sebo.
Panorámica de la isla de La Graciosa desde lo alto del Risco de Famara. En la imagen se pueden apreciar las playas de El Salao y La Francesa y al fondo Montaña Amarilla. En primer plano, la costa de Lanzarote frente a la octava isla donde se pueden ver las Salinas de El Río, también llamadas de Gusa. Estas salinas están consideradas como las más antiguas de las Islas Canarias. En el extenso saladar donde se encuentran, anegado periódicamente por las mareas vivas, se recogía sal desde antes del siglo XV. En opinión de Antonio M. Macías, estas salinas fueron acondicionadas por vez primera en tiempos de Sancho de Herrera (1422-1534), primer señor de Lanzarote.
Panorámica de Los Valles con la montaña y el Castillo de Guanapay al fondo. La fotografía pertenece al álbum "La isla de los volcanes", que realizó el fotógrafo tinerfeño Jaime Caballero Díaz (1911-1975) en su visita a Lanzarote en 1970. Caballero Díaz también grabó una película en Super 8 mm, titulada igualmente "La isla de los Volcanes", que está subida a la web de Memoria Digital de Lanzarote. Tuvo estudio abierto en Santa Cruz de Tenerife y se sabe que formó parte de la Agrupación Fotográfica de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife, 1960-1962).
Instantánea de Los Valles con la montaña y el Castillo de Guanapay al fondo. La fotografía pertenece al álbum "La isla de los volcanes", que realizó el fotógrafo tinerfeño Jaime Caballero Díaz (1911-1975) en su visita a Lanzarote en 1970. Caballero Díaz también grabó una película en Super 8 mm, titulada igualmente "La isla de los Volcanes", que está subida a la web de Memoria Digital de Lanzarote. Tuvo estudio abierto en Santa Cruz de Tenerife y se sabe que formó parte de la Agrupación Fotográfica de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife, 1960-1962).
Imagen de zona de cultivos con enarenados en la zona del Risco de Famara, cuyo perfil se ve a la derecha de la imagen. Probablemente se trate de la parte alta de Máguez, al sur de Gallo.
Imagen de zona de cultivos con enarenados en la zona del Risco de Famara, cuyo perfil puede adivinarse a la derecha de la imagen. Probablemente se trate de la parte alta de Máguez, al sur de Gallo.
Campesina, con la típica sombrera para protegerse del sol, recogiendo cochinilla en una plantación de tuneras en la zona de Guatiza. La cochinilla es un parásito, propio de la tunera, del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX fue uno de los principales motores económicos del Lanzarote decimonónico y, por ello, en las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno a su explotación.
Campesina recogiendo cochinilla en una plantación de tuneras en la zona de Guatiza. La cochinilla es un parásito, propio de la tunera, del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX fue uno de los principales motores económicos del Lanzarote decimonónico y, por ello, en las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno a su cultivo.
Cochinilla en una tunera en la zona de Guatiza. La cochinilla es un parásito, propio de la tunera, del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX fue uno de los principales motores económicos del Lanzarote decimonónico y, por ello, en las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno a su explotación.
Campesina, con la típica sombrera para protegerse del sol, recogiendo cochinilla en una plantación de tuneras en la zona de Guatiza. La cochinilla es un parásito, propio de la tunera, del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX fue uno de los principales motores económicos del Lanzarote decimonónico y, por ello, en las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno a su explotación.
Tunera con tunos en la zona de Guatiza. En las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno al cultivo de la tunera durante el siglo XIX, ya que a la tunera se adhiere la cochinilla, un parásito del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX la cochinilla fue uno de los principales motores económicos de Lanzarote.
Tunera con tunos en la zona de Guatiza. En las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno al cultivo de la tunera durante el siglo XIX, ya que a la tunera se adhiere la cochinilla, un parásito del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX la cochinilla que fue uno de los principales motores económicos del Lanzarote.
Campesina recogiendo cochinilla en una plantación de tuneras en la zona de Guatiza. La cochinilla es un parásito, propio de la tunera, del que se extrae un tinte rojo usado sobre todo en la industrial textil y alimenticia. Durante el siglo XIX que fue uno de los principales motores económicos del Lanzarote decimonónico y, por ello, en las localidades de Guatiza y Mala se dedicaron grandes extensiones de terreno al cultivo de tuneras.
Fotografía del molino de Guatiza, situado en la antigua rofera sobre la que se levantó el Jardín de Cactus, y que actualmente se conserva restaurado en el mismo lugar. Construido por el Cabildo de Lanzarote con diseño de César Manrique, el Jardín de Cactus fue la última intervención espacial del artista en su isla natal, inaugurándose en 1990 y siendo, por tanto, el último de los Centros de Arte, Cultura y Turismo. El botánico lanzaroteño Estanislao González Ferrer (1930-1990) colaboró con Manrique en la selección de especies para el diseño vegetal del Jardín.
Pileta de piedra en el exterior de una casa o establo, habitual para su uso como abrevadero de los animales. La fotografía fue tomada por Jaime Caballero Díaz (1911-1975) fotógrafo aficionado natural de Tenerife. Tuvo estudio abierto en Santa Cruz de Tenerife y se sabe que formó parte de la Agrupación Fotográfica de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife, 1960-1962). Hizo un álbum de diapositivas y una película de Súper 8 (que también está en la web de Memoria de Lanzarote) en su visita a Lanzarote en el año 1970, ambas con el título de "La isla de los volcanes". Las imágenes pertenecen a la colección de su hija Cristina Caballero Arriaga.
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