Infraestructuras militares ubicadas en lo alto del Risco de Famara, en la zona conocida como la Batería del Río. Estas instalaciones fueron construidas a finales del siglo XIX como defensa ante un hipotético ataque por parte de Estados Unidos durante la guerra contra España en 1898, que acabó con la pérdida de Cuba. Al fondo de la imagen podemos ver el Volcán de La Corona.
Modesta vivienda en algún lugar costero de Lanzarote no identificado. Por la colada de malpaís y la presencia del perro de caza en primer término, quizá podría tratarse de El Golfo, ya que en esta zona del suroeste de Lanzarote la caza ha sido siempre una actividad muy habitual.
Imagen de un arenado en algún lugar no identificado de Lanzarote. Llama la atención el objeto que aparece en primer término y cuya función desconocemos, pudiéndose tratar tal vez de un espantapájaros. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Imagen de la Caldera de Zonzamas tomada desde la Cueva o Palacio de Zonzamas, residencia del último rey majo Guadarfía. En la actualidad, esta caldera alberga el Complejo Medioambiental de Zonzamas. Tras ella, a la derecha, podemos ver Montaña Mina, aún sin el corte en su cima. La fotografía fue tomada por el arqueólogo Luis Diego Cuscoy durante su estancia en la isla para excavar en el poblado aborigen de Famara.
Vista panorámica de la bahía de Famara y el pueblo de La Caleta. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias, durante su estancia en la isla en 1953 para excavar en el antiguo poblado aborigen de Famara.
De izquierda a derecha: Alegranza, Montaña Clara y La Graciosa, conjunto de islotes al norte de Lanzarote, posteriormente denominado Archipiélago chinijo. La fotografía fue tomada por el arqueólogo Luis Diego Cuscoy desde la costa de Famara, durante su estancia para excavar en un yacimiento aborigen en dicha localidad.
Imagen del Risco de Famara, aproximadamente desde el lugar donde hoy se encuentra el Mirador del Río. A la izquierda podemos ver un fragmento del noreste de La Graciosa. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Cráteres y lavas de las Montañas del Fuego, procedentes de las erupciones de Timanfaya, que tuvieron lugar entre 1730 y 1736 y transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Pareja posando en la playa de Famara. Tras ellos, el imponente Risco. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Pareja posando en la playa de Famara. Tras ellos, el Risco y, a la izquierda, la isla de La Graciosa. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Pareja posando en las dunas de la playa de Famara. En segundo término vemos el Risco a la derecha y, a la izquierda, Montaña Amarilla, en la isla de La Graciosa.
Antiguo merendero de las Montañas del Fuego, desaparecido tras la intervención de César Manrique, que acondicionó la zona para recibir al turismo creando el restaurante "El Diablo".
Antiguo merendero de las Montañas del Fuego, desaparecido tras la intervención de César Manrique, que acondicionó la zona para recibir al turismo creando el restaurante "El Diablo".
Turistas montados en camello disfrutando de un recorrido por las Montañas del Fuego. Esta ruta comenzó a realizarse por iniciativa de un camellero de Yaiza antes de declararse el Parque Nacional de Timanfaya en 1974, manteniéndose en la actualidad como uno de los principales atractivos turísticos de la visita.
Cráteres y lavas de las Montañas del Fuego, procedentes de las erupciones de Timanfaya, que tuvieron lugar entre 1730 y 1736 y transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Pareja posando sobre lavas cordadas procedentes de las erupciones de Timanfaya, que tuvieron lugar entre 1730 y 1736, transformando por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Pareja retratada en un campo de lavas procedentes de las erupciones de Timanfaya, acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. Podemos ver el contraste geológico con el volcán antiguo de la serie III que aparece en segundo término, quizá Caldera Blanca, en el municipio de Tinajo.
Estructuras geológicas de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Cráteres y campos de lava de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Campos de lava de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Río de lava de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Cráteres y campos de lava de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Hornitos y otras estructuras geológicas de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Géiser y restaurante de Las Montañas del Fuego, uno de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. El edificio, denominado "El Diablo", fue diseñado por César Manrique a modo de mirador en el Islote de Hilario, la zona donde se alcanzan las más altas temperaturas del entorno (400º C a tan solo 6 metros de profundidad). Fue inaugurado en 1970, un año antes de ser tomada esta fotografía.
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