El papa Benedicto XIII declara la zona de Rubicón "Ciudad Rubicense" y la señala como diócesis de un obispado, pasando a ser la pequeña ermita de San Marcial allí construida dependiente de la de Sevilla.
La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe es colocada en la iglesia de Santa María de Lanzarote, en Teguise, por Diego García de Herrera, con motivo de su toma de posesión como Señor de Canarias. A partir de ese momento, la iglesia pasó a denominarse "Iglesia matriz y parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe".