En 1632 muere don Agustín de Herrera y Rojas, III Marqués de Lanzarote, cuando sólo tenía seis años de edad. Con su prematura muerte se extinguió la línea agnada de los Herrera en Lanzarote, dando origen a una batalla judicial por la sucesión del Señorío y Marquesado de Lanzarote, reclamado opr varios pretendientes.