El 12 de diciembre de 1882 se firma en la notaría de Arrecife ante el notario D. Francisco Hernández Fierro el primer tratado entre los jefes de las cábilas de la costa africana y la Sociedad de Pesquerías Canario-africanas para que esta última obtuviese el territorio necesario en Río del Oro y pudiese instalar allí una factoría.