El periódico Lanzarote llama la atención de las autoridades locales por "los hechos escandalosos" que estaban produciendo "algunas mujercillas de vida airada" en las salidas de los vapores correos: "Anteanoche en las primeras horas, algunas de éstas en completo estado de embriaguez ofendían a la moral con palabrotas soeces, y acciones inconvenientes". Los redactores continuaban quejándose de que "a poca distancia vimos a un municipal sentado tranquilamente".