
El documento se centra en el estudio de los "verdaderos retratos" o trampantojos a lo divino (pinturas que simulan esculturas) en Lanzarote y Fuerteventura. Estas obras buscan un engaño visual (trompe l'oeil) para sugerir una tercera dimensión en el lienzo.
Los ejemplos de mayor calidad se encuentran en Fuerteventura, destacando las cinco pinturas de Juan de Miranda (1723-1805) para la iglesia de La Oliva y las pinturas murales atribuidas a Cristóbal Afonso en la ermita de La Ampuyenta. En Lanzarote, resalta la obra de la Virgen de la Caridad de Yaiza, atribuida a Cristóbal Hernández de Quintana.