En el interior de la isla La Graciosa se descubrió una acumulación de conchas de caracoles marinos comestibles que no puede considerarse como natural. EI autor interpreta este hallazgo como "Conchero", es decir, un montón de desperdicios malacológicos hecho por la mano del hombre. Una formación en el periodo de los habitantes prehispánicos es más probable que una reciente. Documento digitalizado por Memoria Digital de Canarias (https://hdl.handle.net/20.500.12285/almog/308).