En este trabajo se analiza el viaje realizado por el Obispo de Canarias, D. Antonio Tavira a la isla de Lanzarote en el año 1792. Este viaje se enmarca en las visitas pastorales que hacían los obispos a los distintos lugares de su diócesis para conocer la realidad, no sólo religiosa, de cada pueblo e isla. Tavira recoge información religiosa, cultural, política, etc. La importancia de este tipo de documentación no sólo estriba en el conocimiento que proporciona del momento y territorio que se recorre, sino la del momento histórico en que se lleva a cabo.