La literatura escrita en Lanzarote y en torno a Lanzarote se ha caracterizado a lo largo de su historia por el enorme protagonismo del espacio. Piénsese, por ejemplo, en todos aquellos textos derivados del episodio de la Conquista, o en aquellos otros que han prolongado el aspecto mítico y misterioso que el imaginario grecolatino diseñó para el archipiélago ‒aún sin conocerlo‒ en sus descripciones de las islas afortunadas. Lo mismo puede decirse de la aportación que hicieron los escritores lanzaroteños a partir de la segunda mitad del siglo XIX, pues, para los regionalistas, la descripción del paisaje y el recuerdo de la historia fueron motores de la creación. Y, finalmente, a partir de la segunda década de la pasada centuria, se observa una nueva visión subjetivada y dinámica de la realidad, lo que no sólo implica una renovada mirada hacia el paisaje, sino también una moderna y existencial concepción del ser humano, hecho que, al mismo tiempo, trae aparejado, por una parte, un revitalizado interés por el estudio histórico y, por la otra, un no menos imponente posicionamiento del paisaje sobre el individuo. En esta comunicación se pretende, por una parte, explicar de qué modo se ha producido este cambio en la mostración del espacio en la creación literaria contemporánea para, a continuación, analizar dicho elemento narrativo en varias obras que toman a Lanzarote, total o parcialmente, como eje de la acción.