La expedición normanda al mando de Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, costeada por la Corona de Castilla llegó a La Graciosa, y desembarcó en el sur de Lanzarote el día 1 de julio de 1402 con el propósito de iniciar la conquista del Archipiélago canario. El día 7 de julio de 1404, Benedicto XIII creó el obispado Canariense-Rubicense1 , elevó a catedral el oratorio del castillo del mismo nombre y concedió al asentamiento normando en el sur de Lanzarote el título de ciudad. San Marcial de Rubicón es actualmente una zona arqueológica en el que se han llevado a cabo tres intervenciones arqueológicas por diferentes especialistas,2 conformada por un área habitacional en cavidades naturales adaptadas, un sector fabril, una necrópolis, un castillo o torre, cuatro pozos y una iglesia-catedral de la que el franciscano fray Alfonso de Sanlúcar de Barrameda fue su primer obispo.