Desde la década de los sesenta del siglo XX, Lanzarote se ha integrado de forma plena al turismo internacional. Esto ha conllevado una profunda transformación de su realidad territorial, demográfica, económica, social, cultural y también una laboriosa construcción de su imagen. La fotografía ha contribuido a consolidar y difundir itinerarios, iconografías y modos de percibir propiamente turísticos. Al mismo tiempo se han extendido otras propuestas fotográficas que nos aproximan a nuevas posibilidades de diálogo con la isla. Estas han servido para dar importancia a otros temas y han indicado otras posibilidades de mirar. Sus planteamientos enriquecen porque aportan claves e interrogantes vitales y humanos, resaltan el interés natural y cultural de Lanzarote y nos invitan a reflexionar desde el conocimiento y el respeto. En este artículo se analizan y muestran las aportaciones de Carlos A. Schwartz y Hamish Fulton.