La ermita de San Bartolomé estaba construida desde 1584 y se convirtió en parroquia en 1796, llegando a tener multitud de bienes rústicos y fincas, aunque al inicio del siglo XX casi no tenía propiedades. Basándose en los documentos de dicha iglesia, José Hernández González da información cronológica de sus distintos bienes, así como detalles de sus compras y ventas.