Hasta la década de los años 80’ del siglo XX la actividad arqueológica desarrollada en la isla de Lanzarote no había aportado ninguna datación cronométrica; a partir de la segunda mitad de esa década y hasta el presente los trabajos de excavación que hemos efectuado en yacimientos de la isla han proporcionado una amplia serie de fechas radiocarbónicas que permiten secuenciar con precisión la etapa protohistórica, retrasar el momento del inicio de la colonización humana del Archipiélago Canario a un instante cercano al cambio del II al I milenio a.C. y fortalecer la hipótesis que otorgaba a Lanzarote la primacía temporal en el proceso poblador frente a las restantes islas del archipiélago.