Llegan a Arrecife por vía marítima setecientas bolsas de víveres norteamericanos, que corresponden a Lanzarote de las 7.000 asignadas a la provincia. Durante esa mañana tiene lugar una reunión con asistencia de la primera autoridad civil insular y alcaldes de la isla para tratar de la forma de distribución de dichos paquetes (carne, leche vaporizada, crema de queso, azúcar, judías, arroz y ciruelas pasadas) entre las clases modestas de los diferentes pueblos de Lanzarote.