Comenzó a construirse la planta potabilizadora dual de Termolansa en la zona de Punta Grande. La maquinaria había sido vendida por Westinghouse en condiciones ventajosas para Termolansa porque la casa norteamericana estaba interesada en que se demostrara el uso público de este tipo de plantas. La empresa Burns and Roe dirigió la instalación y trasladó un equipo de personas a Lanzarote.