Una flota de 36 barcos de piratas argelinos, liderados por Tabac Arráez y Solimán, tomaron posesión del puerto de Arrecife y atacaron los pueblos de la isla. Parte de la población se escondió en la Cueva de Los Verdes, pero tras un tiempo de resistencia fueron vencidos y se cautivaron 900 nativos, la cifra más alta de la historia de la piratería en Canarias.