Miembros del equipo de Burns and Roe visitando los Jameos del Agua junto a familiares. Esta compañía de ingenería americana fue la encargada de instalar la primera planta potabilizadora de Lanzarote, ideada y promovida por el ingeniero naval lanzaroteño Manuel Díaz Rijo.
Miembros del equipo de Burns and Roe visitando los Jameos del Agua junto a familiares. Esta compañía de ingenería americana fue la encargada de instalar la primera planta potabilizadora de Lanzarote, ideada y promovida por el ingeniero naval lanzaroteño Manuel Díaz Rijo.
Turistas en el camino de acceso a la Cueva de los Verdes, acondicionada por Jesús Soto y abierta al público en 1966. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo en la década de 1960.
Vista del Islote de Hilario, en el corazón de las Montañas del Fuego, antes de construirse el restaurante El Diablo y antes de declararse el Parque Nacional de Timanfaya (1974). Pueden verse los abrigos de piedra que existían a modo de merenderos en la zona, adonde acudía la población local y los primeros turistas para pasar el día. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Señalética de los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes, los primeros Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote en crearse. Ambos espacios se encuentran dentro del Monumento Natural de La Corona. Los carteles fueron realizados por César Manrique con viejas de madera de barcos. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo en la década de 1960.
Colada volcánica circundando la montaña del Golfo, fuertemente erosionada por el viento. En su interior se encuentra el Charco de los Clicos. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Detalle de la singularidades geológicas producidas por la erosión de la montaña del Golfo, en cuyo cráter derrumbado se encuentra el Charco de los Clicos. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y hornitos de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Madre e hija observando las coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Turistas observando el paisaje de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Interior de lo que fue el Parador Nacional de Turismo de Lanzarote, que más tarde albergó el colegio La Marina, entre otras instalaciones, y que es hoy en día la sede en Lanzarote de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. El Parador se inauguró en 1950 y estuvo en funcionamiento hasta 1970. Éste fue el primer edifico con fines turísticos que se construyó en la isla y en la decoración colaboró César Manrique. Cuando fue inaugurado contaba con gerencia, bar, salón de estar y un amplio y lujoso salón en la planta baja, mientras en la planta alta presentaba 14 habitaciones para huéspedes, aunque más adelante vivió una ampliación destacada.
Usamos cookies de carácter técnico, propias y de sesión, para permitir al usuario la navegación en esta página web. Si continúa navegando, Ud. acepta su uso. Más información sobre las cookies y cómo desactivarlas en 'Política de cookies' Estoy de acuerdo