Barco de pesca, con las nasas a bordo, atracado frente al parque Ramírez Cerdá de Arrecife. A la izquierda de la imagen pueden verse dos establecimientos hoteleros insignes de la capital: el Parador de Turismo, construido en 1950, y el Arrecife Gran Hotel, inaugurado en 1970. Esta fotografía fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Vista parcial de la avenida de Arrecife en los años setenta, en la que vemos el antiguo Arrecife Gran Hotel, inaugurado en 1970, junto al Parque Islas Canarias, diseñado por César Manrique, ambos espacios totalmente transformados en la actualidad. A la izquierda de la imagen aparece el Casino Club Náutico, inaugurado en 1960. Esta fotografía fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Niños remando un barquillo en la bahía de Arrecife. Tras ellos, algunos de los primeros establecimientos hoteleros de la ciudad, como el Arrecife Gran Hotel, inaugurado en 1970, o el Hotel Lancelot Playa, que abrió sus puertas un año antes. Esta imagen fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Detalle de una verja que da acceso al interior de un patio con galería sustentada por pies derechos (columnas de madera) y zapatas. Desconocemos de qué vivienda se trata. La fotografía fue tomada por un turista anónimo que visitó Lanzarote en la década de 1960.
Palmera canaria y flores de Brugmansia candida, conocidas como "floripondio" o "trompetero". La fotografía fue tomada por un turista anónimo que visitó Lanzarote en la década de 1960.
Imagen de una piedra con profundas incisiones lineales, posiblemente producidas por el impacto del arado a lo largo del tiempo. La fotografía fue tomada por un turista anónimo que visitó Lanzarote en la década de 1960.
Conjunto de arenados con higueras, tuneras y otros frutales protegidos por socos de piedra, probablemente en el norte de la isla. La fotografía fue tomada por un turista anónimo que visitó Lanzarote en la década de 1960.
Imagen de escasa nitidez del paisaje de Lanzarote, en el que podemos ver algunas montañas y entrantes costeros, y lo que parecen arenados en primer término. La fotografía fue tomada por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Imagen de la costa y el pueblo del Golfo tomada desde la montaña del Golfo, en cuyo cráter derrumbado se encuentra el singular Charco de los Clicos. La fotografía fue tomada por un turista anónimo en formato diapositiva en la década de 1960.
Campesinos y niño retratados junto a un lagar, espacio que reconocemos por la viga de la prensa, que sobresale del inmueble. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Imagen de un pastor con un pequeño rebaño de cabras caminando por la carretera de tierra de un pueblo que no hemos podido identificar. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Campesino caminando junto a su camello. Este animal fue indispensable en el pasado de la isla, pues gracias a su fortaleza y adaptación al medio constituyó una herramienta de trabajo básica en el campo, y también fue un apreciado medio de transporte. La fotografía fue tomada por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Mujer guindando agua de un aljibe. Hasta la llegada de la potabilizadora en 1965, las aljibes fueron fundamentales para recoger el agua de la lluvia. Desconocemos el lugar en el que la fotografía fue tomada por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Niña observando una oquedad en una colada volcánica durante una visita a la isla. La fotografía fue tomada por un turista anónimo en formato diapositiva en la década de 1960.
Ejemplar de tunera plantada en el volcán. Este frutal fue muy importante en el pasado, pues su fruta se comía tanto fresca como pasada (higos porretos), siendo un aporte energético imprescindible para todo el año. En sus hojas también se criaba la cochinilla, un tinte natural que fue muy importante para la economía de Lanzarote a finales del siglo XIX. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Parra protegidas por socos de piedra y arenados próximos al volcán de Tao o del Clérigo Duarte, primer foco de las últimas erupciones acaecidas en Lanzarote, en 1824. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Callao semienterrado en una playa de arena negra, posiblemente en El Golfo. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Detalle de piedras, posiblemente de la zona costera del Golfo o Los Hervideros. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Imagen de una playa de callaos con arco de piedra, posiblemente en algún lugar de la costa suroeste de Lanzarote. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Imagen de una ola rompiendo en algún lugar de la costa sur de Lanzarote. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Vista del paisaje volcánico de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Vieja carretera de tierra que conducía al caserío pesquero del Golfo y al Charco de los Clicos. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
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