Carpinteros de ribera construyendo un barco en la ribera del Charco de San Ginés. Esta profesión fue muy importante en el pasado, dado el carácter marinero y pesquero que siempre tuvo Arrecife. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Carpinteros de ribera construyendo un barco en la ribera del Charco de San Ginés. Esta profesión fue muy importante en el pasado, dado el carácter marinero y pesquero que siempre tuvo Arrecife. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Carpinteros de ribera pintando un barco en la ribera del Charco de San Ginés. Esta profesión fue muy importante en el pasado, dado el carácter marinero y pesquero que siempre tuvo Arrecife. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Instantánea del interior de la Cueva de Los Verdes. La Cueva de los Verdes forma parte del tubo volcánico de casi 9 km de longitud generado por la erupción del cercano Volcán de La Corona. El tramo abierto al público es de aproximadamente 1,5 km y está formado por galerías superpuestas de hasta 50 metros de altura y 15 metros de ancho en sus tramos más grandes. Durante la década de los 60, el Cabildo de Lanzarote encarga la adecuación de la cueva a Jesús Soto, quien luego se convertiría en colaborador de César Manrique, adaptándola para convertirla en el primero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote.
Instantánea del interior de la Cueva de Los Verdes. La Cueva de los Verdes forma parte del tubo volcánico de casi 9 km de longitud generado por la erupción del cercano Volcán de La Corona. El tramo abierto al público es de aproximadamente 1,5 km y está formado por galerías superpuestas de hasta 50 metros de altura y 15 metros de ancho en sus tramos más grandes. Durante la década de los 60, el Cabildo de Lanzarote encarga la adecuación de la cueva a Jesús Soto, quien luego se convertiría en colaborador de César Manrique, adaptándola para convertirla en el primero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote.
El niño Lito Eugenio escarbando en el Islote de Hilario de las Montañas del Fuego, bajo la atenta mirada del taxista de Arrecife Domingo Cabrera, "el majorero". En este lugar existen anomalías geotérmicas que hacen que se alcancen temperaturas muy altas en la superficie, procedentes del subsuelo. La fotografía está tomada antes de declararse Parque Nacional (1974) y de convertirse en un Centro de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. El autor de la imagen es Günther Kunkel, un reconocido botánico alemán que, junto con su mujer, Mary Anne, fueron referentes en el estudio de la flora canaria. En el caso de Lanzarote, publicaron libros sobre la vegetación del Parque Nacional de Timanfaya o del Archipiélago Chinijo, entre otros.
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