Vista de la playa del Golfo y una sección del antiguo cráter donde se encuentra el conocido como Charco de los clicos. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en fotografías de reportajes para libros y revistas sobre España, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968.
Vistas al pueblo y valle de Haría, con su característico palmeral y cultivos en terraza. Al fondo podemos ver la montaña de la Atalaya. La imagen fue tomada desde las cuestas de Malpaso por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Vistas al pueblo y valle de Haría, con su característico palmeral y, al fondo, el volcán de La Corona. La imagen fue tomada desde las cuestas de Malpaso por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Viñedo de parras protegidos por socos de piedra en La Florida, muy cerca del cruce con San Bartolomé. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en fotografías de reportajes para libros y revistas sobre España, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968.
Tuneras y frutales protegidos por socos de piedra en la Vega Grande de Ye, muy próximos al volcán de La Corona. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en reportajes para libros y revistas, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968. En estas imágenes no solo plasma paisajes singulares, sino que también hay un gran interés por mostrar el duro trabajo de las gentes del campo y del mar.
Campesinos cortando papas para proceder a plantarlas en un arenado en la zona de las Maretejas o Los Polvillos, en lo alto del Risco de Famara, en las proximidades de donde hoy se encuentra el Mirador del Río. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en reportajes para libros y revistas, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968. En estas imágenes no solo plasma paisajes singulares, sino que también hay un gran interés por mostrar el duro trabajo de las gentes del campo y del mar.
Campesinos cortando papas para proceder a plantarlas en un arenado en la zona de las Maretejas o Los Polvillos, en lo alto del Risco de Famara, en las proximidades de donde hoy se encuentra el Mirador del Río. Al fondo puede verse el pueblo de Ye y el volcán de La Corona. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en reportajes para libros y revistas, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968. En estas imágenes no solo plasma paisajes singulares, sino que también hay un gran interés por mostrar el duro trabajo de las gentes del campo y del mar.
Vista parcial del Valle de La Geria con su singular sistema de cultivo de parras y otros frutales en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII. La montaña que aparece en primer término es El Chupadero y, tras ella, las Montañas del Fuego. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en fotografías de reportajes para libros y revistas sobre España, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968.
Vista parcial del Valle de La Geria con su singular sistema de cultivo de parras y otros frutales en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII, y protegidos del viento por socos de piedra. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época. A partir de los años 50 se especializó en fotografías de reportajes para libros y revistas sobre España, como la colección "Imagen de España", para la editorial Clave, la cual dedicó un monográfico a Canarias en 1968.
Vista parcial de la montaña conocida como Peña Palomas, a la entrada norte de La Geria. Podemos observar el singular sistema de cultivo de parras en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII, y protegidos del viento por socos de piedra. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Imagen de una fisura en una colada volcánica cerca de montaña Testeina, a las afueras de Masdache, en dirección a La Geria. En los alrededores se encontraba la aldea homónima, sepultada por las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental y de reportajes de su época.
Frutal en flor (almedro o duraznero, posiblemente) en los alrededores de la montaña Testeina, a las afueras de Masdache, en dirección a La Geria. En las cercanías se encontraba la aldea homónima, sepultada por las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII. Sobre el nuevo terreno cubierto de rofe se plantaron parras y otros frutales con el singular sistema de cultivo en hoyos, protegidos por socos o muros de piedra semicirculares. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Vista de la caldera de Montaña Testeina, ubicada a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Se trata de un volcán antiguo que fue cubierto por las cenizas de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII, aprovechándose su terreno para cultivar parras y otros frutales en el singular sistema de hoyos protegidos por socos de piedra. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Vista parcial de la Finca y cortijo de Testeina, situado a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Este antiguo inmueble fue recientemente adquirido por la empresa Bodegas Vega de Yuco, acometiendo su rehabilitación. En los alrededores se encontraba la aldea de Testeina, sepultada por las lavas de la erupción de Timanfaya del siglo XVIII. En primer término podemos ver el tradicional sistema de cultivo de parras y otros frutales en hoyos en el rofe, protegidos por socos de piedra.
Finca y cortijo de Testeina, situado a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Este antiguo inmueble fue recientemente adquirido por la empresa Bodegas Vega de Yuco, acometiendo su rehabilitación. En los alrededores se encontraba la aldea de Testeina, sepultada por las lavas de la erupción de Timanfaya del siglo XVIII. Las montañas que aparecen son Montaña Negra (izquierda) y Colorada (derecha). En primer término podemos ver un aljibe con su brocal.
Finca y cortijo de Testeina, situado a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Este antiguo inmueble fue recientemente adquirido por la empresa Bodegas Vega de Yuco, acometiendo su rehabilitación. En los alrededores se encontraba la aldea de Testeina, sepultada por las lavas de la erupción de Timanfaya del siglo XVIII. Las montañas que aparecen son Montaña Negra (izquierda) y Colorada (derecha).
Finca y cortijo de Testeina, situado a la afueras de Masdache, en dirección a La Geria. Este antiguo inmueble fue recientemente adquirido por la empresa Bodegas Vega de Yuco, acometiendo su rehabilitación. En los alrededores se encontraba la aldea de Testeina, sepultada por las lavas de la erupción de Timanfaya del siglo XVIII. Las montañas que aparecen son Montaña Negra (izquierda) y Colorada (derecha).
Vista panorámica de la bahía de Famara y el pueblo de La Caleta. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias, durante su estancia en la isla en 1953 para excavar en el antiguo poblado aborigen de Famara.
Pareja posando en la playa de Famara. Tras ellos, el imponente Risco. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Pareja posando en la playa de Famara. Tras ellos, el Risco y, a la izquierda, la isla de La Graciosa. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Pareja posando en las dunas de la playa de Famara. En segundo término vemos el Risco a la derecha y, a la izquierda, Montaña Amarilla, en la isla de La Graciosa.
Pareja retratada en La Geria, el singular territorio vinícola de Lanzarote, producto del ingenio del campesino insular al aprovechar agrícolamente el rofe expulsado durante las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII.
Vistas al pueblo y valle de Haría, con su característico palmeral y cultivos en terraza. Al fondo podemos ver el volcán de La Corona y, más a la derecha, la montaña de la Atalaya. La imagen está tomada desde las cuestas de Malpaso.
Imagen del singular paisaje vinícola de Lanzarote, producto del ingenio del campesino insular al aprovechar agrícolamente el rofe expulsado durante las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII.
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