Vista del Charco de los clicos, el singular lago verde que se encuentra en el interior del cráter de la montaña del Golfo, semiderruido por la erosión del mar y del viento. La fotografía fue tomada por un matrimonio inglés el 1 de noviembre de 1986.
Pista de tierra en el paisaje volcánico de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Turistas posando en la piscina de los Jameos del Agua, un fragmento de tubo volcánico procedente del Volcán de La Corona que fue convertido en Centro de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote por el artista César Manrique. Obsérvese que la parte superior, que en la actualidad alberga la Casa de los Volcanes, se hallaba aún en construcción. Esta fotografía fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Interior de los Jameos del Agua, un fragmento de tubo volcánico procedente del Volcán de La Corona que fue convertido en Centro de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote por el artista César Manrique. En el lago que aparece en la imagen, originado por filtración, al encontrarse por debajo del nivel del mar, habita el conocido como "cangrejo ciego" (Munidopsis polymorpha). Esta fotografía fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Interior de los Jameos del Agua, un fragmento de tubo volcánico procedente del Volcán de La Corona que fue convertido en Centro de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote por el artista César Manrique. En el lago que aparece en la imagen, originado por filtración, al encontrarse por debajo del nivel del mar, habita el conocido como "cangrejo ciego" (Munidopsis polymorpha). Esta fotografía fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Interior de la Cueva de los Verdes, fragmento de tubo volcánico procedente del Volcán de La Corona que fue históricamente utilizada como refugio por la población insular, y reconvertida en Centro de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote en 1964. Jesús Soto, estrecho colaborador de César Manrique, fue el encargado de la iluminación y adaptación del recorrido. Esta fotografía fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Interior de la Cueva de los Verdes, fragmento de tubo volcánico procedente del Volcán de La Corona que fue históricamente utilizada como refugio por la población insular, y reconvertida en Centro de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote en 1964. Jesús Soto, estrecho colaborador de César Manrique, fue el encargado de la iluminación y adaptación del recorrido. Esta fotografía fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Turistas realizando la ruta de los camellos por las Montañas del Fuego, dentro del recién creado Parque Nacional de Timanfaya. Esta imagen fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Turistas disfrutando de la ruta de los camellos por las Montañas del Fuego, uno de los principales atractivos del Parque Nacional de Timanfaya. Esta imagen fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Turistas realizando la ruta de los camellos por las Montañas del Fuego, dentro del recién creado Parque Nacional de Timanfaya. Esta imagen fue publicada en 1974 en la guía "Lanzarote: la isla de los volcanes", de Ediciones Gasteiz.
Imagen de la costa y el pueblo del Golfo tomada desde la montaña del Golfo, en cuyo cráter derrumbado se encuentra el singular Charco de los Clicos. La fotografía fue tomada por un turista anónimo en formato diapositiva en la década de 1960.
Ejemplar de tunera plantada en el volcán. Este frutal fue muy importante en el pasado, pues su fruta se comía tanto fresca como pasada (higos porretos), siendo un aporte energético imprescindible para todo el año. En sus hojas también se criaba la cochinilla, un tinte natural que fue muy importante para la economía de Lanzarote a finales del siglo XIX. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Parra protegidas por socos de piedra y arenados próximos al volcán de Tao o del Clérigo Duarte, primer foco de las últimas erupciones acaecidas en Lanzarote, en 1824. La fotografía fue tomada en formato diapositiva por un turista anónimo que visitó la isla en la década de 1960.
Imagen de una playa de callaos con arco de piedra, posiblemente en algún lugar de la costa suroeste de Lanzarote. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Vista del paisaje volcánico de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Coladas y volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Vistas de los volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Vistas de los volcanes de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
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